La misión de la Universidad Pública

La historia de la Universidad de Chile es la historia de cómo fue influyendo para hacer de Chile un país más culto, con la esperanza inquietante y hermosa de la proclamación de Bello: todas las verdades se tocan. Pero hemos sido cómplices de un sistema educativo donde las verdades no se tocan, donde la única verdad son la “empleabilidad” y la rentabilidad. No estamos dispuestos a seguir por ese camino. Necesitamos una universidad con sentido nacional, una universidad pública, que crea en sus capacidades más allá de las barreras de su disciplina, que crea en su rol en la sociedad. Nuestra fuerza está en hacer viable la educación pública y así dar un nuevo entorno a Chile. Por eso, esta candidatura es un compromiso no solamente con la Universidad de Chile, sino con las universidades públicas de Chile.

Una universidad que es pública tiene a su cargo un trozo del alma de Chile. Una universidad es pública cuando se desborda a sí misma, cuando no sólo se compone de aulas y estudiantes, sino también de canales de televisión, radios, periódicos y revistas, laboratorios y campos de experimentación, y por sobre todo la vocación por no aceptar las ataduras de una función. Nuestro esfuerzo estará en dar nueva vitalidad a esa potencia creativa y expansiva, a la que tantas veces hemos tenido que renunciar en estas últimas décadas.